Politica

“EL FALSO PROFETA”

Por Ramón Valdez

Las personas, con todo derecho, y en libertad, pueden elegir a que creencias religiosas adherir; pero tienen que guardar sus preceptos para que sean reconocidas como miembros de la fe que pregonan.

El actual presidente afirma que pertenece a la religión judía, lo que de por sí, no debe ser reprobado por nadie. Aunque es bueno resaltar que la hipocresía constituye una de las máximas condenas en cualquier religión. Si alguien afirma ser parte de un dogma y hace todo lo contrario a lo que dicta la organización religiosa, este es claramente repudiado.

Para no entrar en terreno complejo, por mi nulo conocimiento en materia de dicha fe, me dirigí en consulta a algunos rabinos para hurgar al respecto; y casi a coro me señalaron que esta persona, que ejerce la Primera Magistratura de la Nación, es “un fraude”. Uno me llegó a afirmar “este tipo es un falso profeta para nosotros”

De manera cruda me señaló que “este hombre dice ser la reencarnación de Moisés, y eso para nosotros es una afrenta”. Cabe señalar que Moisés fue el libertador del pueblo hebreo y es considerado la máxima autoridad de la devoción judía.

No olvidemos que quien transcribió los 10 Mandamientos fue el propio Moisés, y en sus enunciados, un 30 por ciento enseña como amar a Dios, y el 70 por ciento restante desarrolla la necesidad de amar al prójimo. Hasta el propio Jesús, judío de nacimiento, recomendaba “Amaras a tu prójimo como a ti mismo”. A la vista salta que este hombre no quiere a nadie.

Uno de esos preceptos indica “No mentiras”, lo que se da de narices en su ejercicio presidencial por parte del Primer Mandatario, ya que para él la mendacidad es un estilo de vida. A cada momento saca una falsedad, la da a conocer como un gran hallazgo, incriminando a diestra y siniestra; sin tener ningún tipo de pruebas y sin realizar denuncia judicial alguna. Es, no solo desobedecer uno de los mandamientos mosaicos del que este señor afirma ser acólito, sino que es una forma de entretener al pueblo que hambrea y les ofrece chupetines de lata.

Y no solo que miente descaradamente. La parte que indica Moisés de considerar y amar al prójimo la arrojó al tarro de la basura. Para este señor no existe la necesidad de recurrir en auxilio, ni socorro del pueblo sufriente. Vaya el pseudo religioso quien se monta en cualquier historia con tal de materializar su nefasto proyecto de desocupación masiva y condenar al grueso de la población a la miseria generalizada.

En materia económica es una verdadera bolsa de mentiras. ¿Por qué abundar en detallar su crueldad e inhumanidad? Tal vez quiera hacer pasar al pueblo argentino por el desierto durante 40 años, como les ocurrió a los hebreos. Vaya a saber dónde ancla su resentimiento. Detesta la cultura, aborrece la ciencia y la técnica, avanza en la destrucción de la salud pública y reniega de la educación pública en todos sus niveles, entre otras tantas aberraciones.

Esta personalidad dista totalmente de ser alguien a quien la religión le enseña, como primer valor, el ser piadoso con el prójimo. Y ni hablar como Jefe de Estado. Es rudimentario y esta empeñado en la destrucción de los trabajadores y de la clase media.

No me caben dudas que había muchas cosas mal hechas a lo largo de muchos años, y hasta está en todo su derecho de corregir las malas acciones gubernamentales anteriores, pero no empujando al pueblo al vil oprobio. El grueso de la población depositó sus esperanzas en él; sin embargo, y a pocos días del ejercicio del poder, está arañando apenas un 40 por ciento de ciudadanos que aun quieren tener alguna esperanza.

Este personaje en cuestión es un verdadero impostor, no solo en materia religiosa, sino que es un enorme ignorante en el área de economía, ya que afirma supuestas teorías que el mundo entero repele y desecha. Es el gran simulador.