Juan Roig fue víctima de un violento escrache por parte de ciudadanos que le recriminaron haber puesto en riesgo la vida de sus empleados durante la DANA.
Mientras asciende a más de 200 el número de muertos por la DANA en Valencia y continúa la búsqueda y rescate de cuerpos y personas damnificadas, Juan Roig, presidente y CEO de Mercadona, la cadena de supermercados grande de España, fue increpado por un grupo de ciudadanos que le recriminaron el no haber enviado a los empleados a sus casas cuando comenzó la tormenta.
En el video, que se viralizó en las redes sociales, un grupo de jóvenes escrachó e insultó al empresario de 75 años durante una de sus tantas visitas a los supermercados de su empresa.
Mercadona fue blanco de las críticas luego de que se difundiera una grabación donde se ve a un camión del supermercado flotando en medio de las inundaciones que sorprendieron a todo Valencia. Su conductor tuvo que ser rescatado por los bomberos.
Pese a las críticas, Mercadona fue una de las principales empresas que colaboró con los afectados por la DANA a través del envío de donaciones de productos de primera necesidad a ayuntamientos de la zona cero y a centros de acogida de la ciudad de Valencia.
A su vez, en reiteradas oportunidades pidieron a los ciudadanos de Valencia que apelen a la solidaridad y compren solo lo necesario para garantizar el abastecimiento de productos en las tiendas del supermercado.
Sin embargo, Juan Roig no se salvó de ser increpado en un supermercado de Valencia. “No tienes vergüenza”, le gritaron.
“Mandaste a morir a mogollón de peña delante de todo el mundo”, haciendo referencia a que, supuestamente, la empresa continuó operando durante la tormenta cuando ya se conocía el alerta roja.
“Tus camiones trabajando bajo el agua. Y todo el nombre tapado en las noticias”, lanzaron en referencia al video del vehículo flotando, cuyas imágenes trascendieron en los medios de comunicación con el logo esfumado, impidiendo que pudiera identificarse a simple vista.
Roig no se quedó callado y desde un primer momento desmintió esas versiones mientras repetía: “Es mentira. Es mentira”. Pocos segundos después, el empresario perdió la paciencia y comenzó a replicar con gritos: “¡Una mierda! ¡Una mierda! ¡Una mierda! ¡Una mierda!”.