SOCIEDAD

Un barrendero evitó un robo a escobazos en Villa Adelina: “¡Matalo, matalo!”

El trabajador arriesgó su vida y ahuyentó a delincuentes que intentaban robarle el auto a un vecino. Otro hombre también intervino y atropelló a uno de los ladrones.

Un barrendero frustró un violento robo en la localidad de Villa Adelina, partido de San Isidro. Pese a la constante amenaza de los delincuentes con asesinarlo, el trabajador los ahuyentó a escobazos. Otro vecino también intervino y atropelló a uno de los ladrones. El insólito episodio quedó registrado en varios videos.

El hecho sucedió el sábado minutos antes de las 9 de la mañana en la intersección de las calles Los Plátanos y Martín Rodríguez, cuando un hombre salía de su garaje con su auto Volkswagen Golf color azul y fue interceptado dos delincuentes armados que llegaron corriendo.

Pese a los intentos del hombre por evitar el robo, los ladrones subieron al auto y cerraron las puertas, mientras uno de ellos vociferaba “¡Matalo! ¡Matalo!”.

Los delincuentes intentaron poner el auto en marcha, pero tardaron algunos segundos, mientras varios vecinos comenzaron a gritar “Policía, policía”. Fue entonces cuando apareció en escena Walter Messa, un empleado de barrido y limpieza municipal y héroe de la insólita secuencia.

Un barrendero evitó un robo a escobazos

Con escoba en mano, Messa comenzó a pegarle al delincuente que estaba sentado al volante hasta que logró que ambos ladrones se bajaran del auto.

Uno de los delincuentes escapó corriendo y el segundo intentó seguir a su cómplice. Sin embargo, otro vecino que pasaba por el lugar con su auto decidió intervenir: frenó en medio de la calle, dio marcha atrás y atropelló al delincuente que intentaba fugarse.

“Ni lo pensé, fue instintivo”, reconoció Messa en diálogo con los medios luego de arriesgar su vida para salvar a su vecino: “Escuché los gritos, pensé que se estaban peleando los vecinos y me acerqué. Le estaban robando el auto a Dani y ahí actúe, hice lo que me salió. Todas las mañanas sacaba el auto y estaba yendo a la farmacia”, contó el trabajador.

“Me podrían haber tirado tranquilamente”, recapacitó sobre las amenazas de los delincuentes. Explicó que el vehículo tiene caja automática y que supone que por ese motivo los ladrones se demoraron en ponerlo en marcha.

El hombre, padre de dos hijos de 18 y 26 años, reconoció que en su familia “ya están acostumbrados” a que intervenga en este tipo de situaciones dado que, antes de trabajar como barrendero, había formado parte de la patrulla municipal y trabajado como personal de seguridad.

Si bien los dos ladrones escaparon de la escena, fuentes policiales informaron que uno de ellos fue detenido a pocas cuadras del lugar.