Se trata de la manicura Rocío Belén Bonacci, hija de una exmilitar y un reconocido simpatizante filonazi de Santa Fe.
Incluso el propio Gobierno Nacional salió al cruce del proyecto de la legisladora libertaria, a través del vocero presidencial, Manuel Adorni, quien en su habitual conferencia de prensa en Casa de Gobierno afirmó que esa iniciativa “no es parte de la agenda del Presidente, no es decisión del Presidente y no está impulsada de ninguna manera por el Poder Ejecutivo”.
Parecía que Bonacci no podía quedar más sola con su proyecto, pero sí: la “firmante” Lilia Lemoine desató el escándalo cuando afirmó nunca haber firmado la polémica y repudiada iniciativa.
“Pusieron mi nombre porque dije que iba a acompañar, pero que no era momento ahora, y me metió igual… Es muy dañino”, aseguró la exasistente personal de Javier Milei, ahora diputada nacional.
Quién es Rocío Belén Bonacci
La diputada Rocío Bonacci tiene 27 años, vive en Funes, entre Rosario y San Lorenzo, en la provincia de Santa Fe, donde hasta la asunción se desempeñaba como manicura, contando con un local de atención en Rosario.
Su militancia política comenzó bajo la influencia de sus progenitores; como su madre, la exmiembro del Ejército Beatriz Bower, quien también supo ser diputada provincial de Santa Fe por la lista que encabezaba por Amalia Granata.
Y su padre, José Bonacci, apoderado del partido Unite por la Libertad y la Dignidad, más conocido como UNITE -heredero directo del Modín de Aldo Rico-, que se fundó en 2019 para impulsar la candidatura presidencial de José Luis Espert.
De hecho, Beatriz y José se conocieron militando en el partido de Rico. Y la mención del padre en particular viene a cuento porque, según se desprende de los metadatos del PDF donde se presentó el proyecto de ley de derogación del IVE, el documento fue redactado en una computadora a su nombre.
Quién es José Bonacci
José Bonacci, padre y asesor ad hoc de la diputada libertaria, comenzó su militancia política en el Modin de Rico y nunca ocultó sus simpatías con el sector carapintada del Ejército y con la última dictadura cívico-militar.
Tampoco su afinidad con el nazismo, llegándose a fotografiar con el libro ‘Mi lucha’, de Adolf Hitler; ni su amistad con el reconocido dirigente filonazi argentino Alejandro Biondini.
En diciembre pasado, además, su domicilio fue allanado por la Policía luego de que sus vecinos denunciaran haber escuchado disparos de armas de fuego durante las celebraciones de fin de año. Encontraron una escopeta y cinco pistolas de distinto calibre.
Algo peligroso si se tiene en cuenta que, por diferentes medios, el sujeto suele proferir fuertes amenazas contra militantes de distintos espacios políticos, especialmente de izquierda, pero también contra referentes de La Libertad Avanza, por el que su hija fue elegida diputada.