El frío polar se hace sentir en la zona del AMBA y se esperan bajas temperaturas, según anuncia el Servicio Meteorológico Nacional.
Con la llegada de las bajas temperaturas, el frío polar se hace sentir con fuerza en el AMBA. Y mientras el Servicio Meteorológico Nacional alerta por las mínimas extremas, muchas familias se preguntan: ¿Cómo mantener el hogar cálido sin que se dispare la factura de gas o luz?
A continuación, te dejamos una guía práctica para enfrentar el invierno en casa sin sufrir las consecuencias en el bolsillo ni poner en riesgo la salud.
Frío polar: cómo calefaccionar sus casas
Calefacción: ¿Qué conviene usar? Estufas de gas: Son las más comunes. Las de tiro balanceado son seguras y eficientes. Ideales para espacios grandes y uso prolongado. Ojo: requieren buena ventilación.
Paneles eléctricos: Eficientes en cuartos chicos, pero cuidado con el consumo eléctrico. Si no tenés tarifa subsidiada, pueden ser un gasto extra importante.
Aire acondicionado frío/calor: Los modelos inverter son más caros, pero consumen menos. Una buena opción para hogares que ya cuentan con este sistema.
Caloventores: Funcionan rápido pero no son para todo el día. Son ideales para calentar un baño antes de una ducha o una habitación puntual.
¿Y si no tengo calefacción? Aislá bien tu casa. Uno de los secretos para no pasar frío (ni fundirse con la estufa prendida todo el día) es evitar que el calor se escape:
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Poné burletes en ventanas y puertas. Son baratos y se colocan en minutos.
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Usá cortinas gruesas, pero abrílas de día si hay sol.
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Tapá las rendijas bajo las puertas con trapos o barreras térmicas.
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Sumá alfombras: ayudan a cortar el frío que sube del piso.
Trucos low cost que suman
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Cociná al horno y dejalo abierto al apagarlo (si es seguro hacerlo).
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Apagá estufas una hora antes de dormir: el calor acumulado suele alcanzar.
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Juntá a la familia en un solo ambiente en los momentos de más frío.
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Evitá calentar ambientes que no se usan.
Atención: lo que NO tenés que hacer
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Nunca uses el horno o hornallas para calefaccionar.
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No bloquees las ventilaciones obligatorias si usás gas.
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Ventilá la casa al menos 10 minutos por día.
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Instalá un detector de monóxido de carbono, especialmente si tenés estufas viejas o poco mantenimiento.