El ex presidente pidió esperar los seis meses de gobierno antes de despegarse. El duro cruce con Santiago Caputo.
Mauricio Macri quiere esperar hasta junio antes de definir si rompe con Javier Milei, cree que a mitad de año ya quedará claro si el presidente logró estabilizar la economía y se le abre un camino de relativo éxito político.
Macri no lleva un buen pasar con la Rosada y fracasó otra vez en su jugada del take over del gabinete. Pero pese a eso se dispuso a esperar los primeros seis meses del gobierno de Milei para tomar una decisión drástica.
El silencio que mantuvo Macri durante todo el conflicto de Nacho Torres con la Rosada dejaron expuesta la situación incómoda en la que quedó atrapado. Si bancaba al gobernador de Chubut, colocaba a su relación con Milei en un punto de no retorno y si cruzaba al chubutense se terminaba su plan de liderar el PRO.
Los más optimistas del PRO interpretan que Macri le mostró los dientes a Milei, ya que supo filtrar que se había reunido con Nacho Torres antes de que el gobernador amenazara con cortar el gas y el petróleo.
Pero más allá de esas interpretaciones, el caso Chubut desnudó dos grandes falencias que golpean a Macri. En primer lugar, Patricia Bullrich le partió el PRO a la vista de todo el mundo, pocas semanas antes de que el ex Boca tomara el control del partido que él mismo creó.
Patricia Bullrich salió a disputarle el liderazgo con un comunicado que puso en crisis la existencia del PRO.
“Es cagón, no se banca el conflicto y se queda solo con sus amigos”, lo desafían desde el entorno de la ministra de Seguridad.
En el macrismo contestan que Patricia no se llevó ni un senador y sólo 8 diputados, lo que quiere decir que Macri tiene mucho más para ofrecer a Milei. Pero la relación fluida con el Presidente la lleva la ministra de seguridad. Cuando estalló el conflicto con el chubutense, Milei le pidió a Bullrich: “Salí a bancarme en esta”.
En segundo lugar, el conflicto de Chubut reveló las limitaciones que tiene Macri para incidir en las decisiones Milei. Ya no sólo no lo ordena sino que con el caso Torres quedó de manifiesto que tampoco puede mediar.
La explicación de eso es que Macri está enfrentado a todo el círculo más cercano a Milei. Además de tener un encono recíproco con Karina Milei, también choca con Nicolás Posse, que le frena desde hace meses todo lo que el ex presidente logra acordar con Milei.
El asesor íntimo Santiago Caputo se lo dijo en la cara. “Mauricio, no te confundas, este no es tu segundo tiempo”, le dijo el líder del Grupo Marlboro.
Desde entonces, Macri lo aborrece pero tiene que disimularlo para que al menos en su partido crean que todavía tiene margen de maniobra en el Gobierno. Por eso hace decir a sus periodistas amigos que está en contacto permanente con el estratega comunicacional.