SOCIEDAD

La joven que fue abusada en el Hospital Fernández reveló el infierno que vive: “Tengo miedo de todo”

Con tan sólo 23 años, la víctima cuya identidad no fue revelada aseguró que su abusador “está como si nada, tomando mate en la celda” mientras ella vive “un infierno”.

A finales del mes de abril, una joven de 23 años denunció el abuso sexual que sufrió en el baño del Hospital Fernández, mientras el agresor se valía de un arma blanca para llevar a cabo su cometido. Tras la detención del abusador, la víctima asegura que vive “un infierno” luego de lo ocurrido.

“Tengo que enfrentarme todos los días a mi cabeza”, indicó la empleada de esa institución médica denunció que fue violentada sexualmente durante 40 minutos por un hombre de 31 años que fue detenido en la misma tarde que sucedió el terrible episodio.

A pesar de que fue puesto tras las rejas, la joven madre de dos niños de 8 y 5 años sostiene que no tiene paz: “Él está como si nada, tomando mate en la celda mientras yo estoy viviendo un infierno. Revivo esa situación todo el tiempo. Hoy no puedo ser madre, no tengo fuerza para levantarme de la cama”.

Y agregó: “Tengo miedo de todo. ¿Cómo voy a estar tranquila si tenía un montón de antecedentes penales y estaba libre? ¿Qué garantía tengo yo de que va a haber justicia?”, remarcó en diálogo con TN, al mismo tiempo que manifestó que se encuentra medicada debido al momento traumático que atravesó. “Tengo que tomar pastillas para todo. Para dormir, para salir de la cama y ni así puedo lograrlo. Hoy tengo que enfrentarme todos los días a mi cabeza. Yo era una persona re sociable, hoy no puedo salir sola de mi casa”, contó.

Quién es el detenido por abuso sexual en el Hospital Fernández

El hombre de 31 años que abusó de la joven de 23 se encontraba en situación de calle al momento del abuso, aunque los investigadores señalaban que había ido al Hospital Fernández para acompañar a un familiar a la guardia.

Tras ser aprehendido, la Policía halló que tiene varios antecedentes penales, tales como robo, cinco por tenencia de estupefacientes, lesiones leves y lesiones leves en el marco de violencia de género, a lo que ahora se le suma la imputación de abuso sexual con acceso carnal contra la empleada del centro médico.

En el momento de la detención, la Policía de la Ciudad detalló que un tatuaje que dice “lealtad” fue clave para la identificación del sospechoso, quien también fue oportunamente reconocido por la víctima.