La disputa es cabeza a cabeza. Existía un compromiso previo a las elecciones para que el elegido fuera el actual presidente del bloque del PRO, pero Randazzo y Pichetto se colaron en la discusión.
Con la confirmación de la victoria de Javier Milei, se abre la carrera por la sucesión de Cecilia Moreau, y hay un pelotón de dirigentes que pican en punta para quedarse con el sitial.
El actual presidente del bloque del PRO, Cristian Ritondo, tenía todos los números para quedarse con el cargo, pero en las últimas horas se colaron otros nombres fuertes en la discusión como los de Florencio Randazzo y Miguel Ángel Pichetto.
Se trata, en los tres casos, de figuras de origen peronista, aunque con matices bastante diferenciados. Mientras que Cristian Ritondo es un PRO puro y tiene la bendición y el apoyo de Mauricio Macri para quedarse con la titularidad de la Cámara baja, Pichetto lidera una corriente propia dentro de Juntos por el Cambio que en las PASO jugó abiertamente a favor de Horacio Rodríguez Larreta.
Sin embargo, no fue ésta su primera opción ya que antes había intentado convencer a Macri para que fuera él quien se pusiera el uniforme de candidato presidencial de Juntos por el Cambio.
El rionegrino fue, de hecho, uno de los pocos dirigentes de la coalición de centroderecha que alentó al fundador del PRO a dar ese paso adelante, cuando tanto “halcones” como “palomas” insistían con la renovación de los liderazgos y casi que le entregaban al ex presidente un certificado de jubilación anticipada.
Ese gesto casi en solitario del ex candidato a presidente de JxC fue muy valorado por Macri y por eso la relación política perduró entre ambos más allá de que Pichetto haya acompañado en las PASO a Rodríguez Larreta, a quien el ex jefe de Estado intentó esmerilar.
Si no fuera Ritondo, la opción de Pichetto es la que menos le desagrada a Macri, ya que el ex senador y compañero de fórmula del 2019 está afuera de su radio de rencor, que sí alcanza a muchos correligionarios de su partido.
Fuentes del rionegrino consultadas por NA aclararon que “no hubo ningún ofrecimiento oficial” respecto a la presidencia de la Cámara baja, y que por lo tanto no podía candidatearse de forma abstracta a un cargo.
Lo de Randazzo al frente de Diputados sería una apuesta distinta, ya que el ex ministro de Interior pertenece a otro espacio político diferente al de Juntos por el Cambio, por lo que elegirlo implicaría dar el mensaje explícito de que no existe cogobierno con el PRO, y que el apoyo de Macri y Patricia Bullrich no fue condicionado a la entrega de cargos.
Si bien la opción Randazzo es, a priori, la que más entusiasma a Milei, hay una dificultad para que sea el elegido: Unión por la Patria no lo ve con buenos ojos y podría hacer uso de sus votos para vetarlo en la sesión de ratificación de autoridades. Todavía sobrevuela en el peronismo los ecos de “la traición” de Randazzo en 2015 y 2017.
Con Pichetto, UP sería más benévolo y aceptaría de mejor gana dar el aval, pese a que también fue uno de los dirigentes que rompió con el Frente para la Victoria en 2015.
Ritondo es, de todos modos, quien más méritos viene haciendo para quedarse con el cargo. Fue el líder parlamentario que junto a Hernán Lombardi más se acercó a Milei después del “Pacto de Acasusso”, tal cual quedó registrado por las cámaras en las últimas sesiones. Además, posó con una motosierra en una foto para felicitar al libertario cuando se dio a conocer el resultado del domingo.
“El compromiso con Cristian estaba desde antes de las elecciones, pero ahora hay que esperar a que Milei lo confirme. El candidato más firme por ahora es Cristian“, señalaron a NA fuentes parlamentarias del PRO.