El conductor de un auto perdió el control y terminó incrustado dentro del local. “Es un desastre lo que nos hizo, es nuestra fuente de trabajo”, expuso la mujer.
Una reconocida fiambrería del barrio porteño de Chacarita fue destrozada en la madrugada de este viernes cuando un conductor perdió el control del auto y terminó incrustado dentro del local. “Lo que nos hizo es un desastre”, se lamentó Eleonora, la dueña del negocio ubicado en avenida Córdoba y Jorge Newbery.
El hecho ocurrió minutos antes de las 5 de la mañana, cuando un conductor de 40 años perdió el control de su vehículo DS4 color gris y se incrustó dentro del negocio. El hombre quedó atrapado dentro del auto y tuvo que ser rescatado para luego ser rescatado por personal del Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME) y trasladado con múltiples heridas hacia el Hospital Tornú.
“Hay que reparar heladeras, todo. Es el día a día. Es un montón lo que hay que hacer. Es nuestra fuente de trabajo y no sé cómo vamos a hacer para salir adelante”, expresó la mujer completamente indignada mientras estaban a la espera del retiro del vehículo.
La mujer no pudo ocultar su enojo contra el conductor del auto, a quien trató de “inconsciente” y acusó de estar alcoholizado: “En su prontuario figura que estuvo alcoholizado en varias oportunidades, en una de dio 5.1. En el momento en lo que menos me fijé fue si tenía olor a alcohol, sino en el desastre que me hizo. Si era de día mataba a un montón de gente, es un desastre”.
“Estamos esperando que venga Defensa Civil para que vean si hay riesgo de que algo se caiga. Nosotros vivimos arriba del local, la vivienda no tuvo ningún daño. Tenemos el local desde 1972, tiene muchísima historia”, expresó la mujer completamente indignada.
Eleonora contó que años atrás sufrieron una situación similar motivo por el cual habían colocado una serie de pilotes al frente del local a modo de prevención, los cuales tuvieron que ser retirados por reglamentación del Gobierno de la Ciudad y, en su lugar, colocaron una rampa para discapacitados. “Acá tenemos las consecuencias”, se quejó la dueña del negocio.
“Nos gustaría que el jefe de Gobierno se acerque al lugar, que por favor nos dejen volver a poner el pilote de defensa para que esto no vuelva a ocurrir. Acá siempre hay accidentes. Esto nos supera, estoy shockeada todavía”, pidió.