Fuerte reclamo de un amigo de Pablo Grillo: “Patricia Bullrich tiene que renunciar”
Diego, amigo de Pablo Grillo, aseguró que el periodista gráfico sigue en grave estado y pidió que recen por su vida. Cargó con dureza contra Patricia Bullrich.
“Esto no da para más” sentenció y abundó: “más allá de esta desgracia también le pegaron a una jubilada, dejaron patrulleros para que los prendan fuego, descartaron armas y lo vieron todos esto. Esto no da para más. Esto le pudo haber pasado a cualquiera. Se tiene que terminar esta Bullrich impresentable, tiene que renunciar ya”, reclamó el joven visiblemente conmovido por la crítica situación que atraviesa su amigo.
Diego defendió además el rol de militante de su amigo, algo que Bullrich había utilizado como justificación para excusar a la policía por dispararle un cartucho de gas lacrimógeno a la cabeza.
“Les parece esas declaraciones, que es político, que es kirchnerista, es un muchacho que estaba sacando fotos” dijo y siguió: “si no existiesen los militantes ¿cómo se logran las cosas en este país?”.
Y concluyó: “estamos todos sufriendo y Bullrich sale a decir lo que dice”.
“Mandan a matar”
Fabián, el padre de Pablo Grillo, también fue durísimo con la ministra de Seguridad de la Nación. “Por una borracha hija de puta y un descerebrado que habla con un perro muerto, que mandan a matar, está corriendo peligro mi hijo”, se lamentó anoche el hombre en diálogo con C5N.
Bullrich justificó el violento ataque al joven fotógrafo: “Grillo es un militante kirchnerista” dijo como si eso alcanzara para justiciar un disparo en la cabeza. Y siguió: “Estaba en el Ministerio de Justicia y era candidato en Lanús de Julián Álvarez. Ese es uno de los periodistas que dicen que está preso, que se llama Pablo Grillo y es un militante kirchnerista que hoy trabaja en la Municipalidad de Lanús con Julián Álvarez, para que se den una idea de los detenidos”.
En las imágenes que trascendieron en las redes sociales se puede ver que el reportero gráfico se encontraba realizando su trabajo cuando fue golpeado en la cabeza por el cartucho lanzado por efectivos policiales.