Elecciones en Estados Unidos: así llegan Kamala Harris y Donald Trump
Las últimas encuestas muestran empatados a los candidatos, con una leve ventaja de la demócrata en cuanto al voto popular. Siete estados definirán el resultado.
Lo que ocurre es que los 538 votos del Colegio Electoral (justamente, los “Five Thirty Eight”) están repartidos entre los 50 estados de manera fija, incluido el distrito federal, Washington DC, que tiene un solo elector.
Por estados como California (que tiene 54) o Texas (con 40) se vuelven decisivos en las urnas, al igual que como ocurre en Florida, que aporta 30 votos al Colegio Electoral. Justamente esos distritos tienen -tradicionalmente- posturas muy definidas a favor de uno u otro partido.
Otro tanto ocurre con Nueva York (el estado, no la ciudad) tiene 28 miembros en el Colegio Electoral, pero no así con Pensilvania, que tiene 19 electores.
Pensilvania es un terreno volátil, de acuerdo a los sondeos previos a las elecciones en Estados Unidos, porque 47,9% votaría a Trump y el 47,8%, a Harris, cuando hasta hace unos meses la actual vicepresidenta era la candidata preferida.
Al parecer, otro tanto ocurriría en Nevada, que aporta sólo 6 votos al Colegio Electoral y podría quedar para cualquiera de los dos candidatos: 47,8% para Trump y 47,4% para Harris.
Otros estados donde podría haber sorpresa son Georgia y Carolina del Norte (ambos con 16 votos); Michigan, que tiene 15; Arizona, con 11 electores; y Wisconsin (10).
En todos esos estados la distancia entre Kamala Harris y Dondald Trump está reducida a décimas de puntos porcentuales, y eso podría cambiar el resultado de las elecciones en Estados Unidos: para que un candidato gane en primera vuelta necesita un mínimo 270 votos colegiados.
En 2016, por ejemplo, la demócrata Hillary Clinton ganó las elecciones por más de 3 millones de votos contra Donald Trump pero el republicano se aseguró 306 votos electorales contra los 232 de ella.
Ahora, Donald Trump estaría a la caza de los votos de los estados “indecisos”, obviamente con la intención de repetir su victoria de 2016, ahora contra otra mujer del Partido Demócrata.