La coalición de izquierdas ha superado a la formación de extrema derecha Agrupación Nacional, que asegura que su victoria “solo se ha retrasado”
La pregunta del millón: ¿Y ahora quién será primer ministro en Francia?
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El escenario previo al cierre de las urnas ya alejaba al partido liderado por Marine Le Pen de la mayoría absoluta, fijada en 289 escaños, pero mantenía a sus candidatos a la cabeza. Los resultados de la primera vuelta les situaba como líderes en la mayoría de las 577 circunscripciones y de los 76 escaños ya cerrados, acaparaban un total de 38. Los 501 en juego para la jornada del domingo 7 de julio partían con 304 triangulares, en los que tres candidatos habían conseguido clasificarse para la segunda vuelta.
La respuesta de la ciudadanía se vio en una concentración masiva en la plaza de La República la pasada semana: “No pasarán” gritaron los asistentes en español, referencia al histórico grito madrileño contra el fascismo. El día 7, han vuelto al mismo lugar para celebrar los resultados.
La “alianza del deshonor” que frenó la crecida de la ultraderecha
En pos de evitar la victoria de la ultraderecha, tanto el Nuevo Frente Popular como el actual primer ministro, Gabriel Attal (Ensemble) prometieron que retirarían a sus candidatos de todas aquellas circunscripciones en las que hubiesen quedado en tercera posición. Y así lo hicieron: el Nuevo Frente Popular desapareció de 132 territorios y Ensemble, de un total de 83. La estrategia buscaba concentrar el voto ‘anti Le Pen’ en una sola candidatura, que los electores podrían leer como “menos mala”.
Así, este domingo se jugaban 89 triangulares y 409 duelos en Francia; en 149 de ellos, la coalición de izquierdas hacía frente a Agrupación Nacional. La estrategia adoptada por ambas formaciones ha sido duramente criticada por el candidato de Agrupación Nacional, Jordan Bardella, tras conocer los sondeos. “La alianza del deshonor tejida por Macron y Attal y sus arreglos electorales con la extrema izquierda han privado a los franceses del enderezamiento político que los franceses habían escogido”, ha asegurado. La victoria de Agrupación Nacional, ha asegurado la líder del partido, Marine Le Pen, “solo ha sido retrasada”. “La marea crece. No ha llegado tan alto esta vez, pero continuará creciendo”.
Una participación histórica en Francia
Para el éxito del Nuevo Frente Popular ha sido clave la participación de la población francesa. Si en la primera vuelta la movilización superó la barrera del 65%, este domingo se ha logrado la cifra histórica del 67%, la mayor participación en unas elecciones desde hace 43 años.
Pese al llamamiento de Mélenchon a gobernar, el Nuevo Frente Popular carece de la mayoría suficiente, así como de un candidato único para el jefe del Gobierno. Por el momento, la coalición se ha negado a pactar con Ensemble. Macron, por su parte, ha pedido “prudencia” y ha defendido que su alianza “sigue bien viva”.
Lejos de la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional
Tras conocer los primeros sondeos de Ipsos al cierre de los colegios electorales, a las 20:00 horas, la sede del Nuevo Frente Popular estallaba de felicidad por la victoria adelantada. El líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, dejaba claro que “el presidente tiene el poder y el deber de llamar a gobernar al Nuevo Frente Popular” y pedía la dimisión de Gabriel Attal, algo que el primer ministro ya ha acometido.
Sin embargo, la coalición se ha quedado lejos de la mayoría absoluta que le otorgaría un gobierno tranquilo. La formación podría conseguir hasta 192 escaños según los sondeos, por debajo de los 289 necesarios. Bardella ha alertado de una posible situación de bloqueo y Macron ha pedido “prudencia”. “La cuestión es quién gobernará a partir de ahora y logrará una mayoría”, ha resaltado el presidente. El diputado de izquierdas, no obstante, ya ha adelantado en su discurso la intención de aplicar su programa a partir de este verano. Las primeras medidas, como la derogación de la reforma de las pensiones y la bajada de la edad de jubilación a los 60 años, llegarían por decreto.