El crack y su esposa fueron a comer con Sergio Busquets y su pareja, Elena Galera, a uno de los lugares más lujosos de la Florida, lo que causó el fervor de los fanáticos.
Lo cierto es que mientras Messi se encontraba en el asiento del conductor y Roccuzzo en la parte trasera del auto, un fanático intentó sentarse en el asiento del acompañante para tomar una foto. Un guardaespaldas intervino rápidamente y sacó al fanático del vehículo del astro rosarino.
Toda la acción transcurrió en el restaurante Sexy Flesh, que se trata de un restaurante y bar asiático ubicado en el barrio Brickell de Miami, que según el sitio web del lugar “sirve sushi, sashimi, mariscos, pescado y carne de inspiración japonesa cocinados en una parrilla Robata y alberga una extensa y seleccionada colección de agave junto con nuestra impecable lista de champagne, vino y cócteles”.