Diputados de La Libertad Avanza presentaron el documento propone prisión de 3 a 10 años para el causante del hecho.
El documento fue presentado sin la autorización de Milei. Según informó La Nación más, el líder de La Libertad Avanza, Oscar Zago aseguró que el proyecto no fue pedido por el Presidente y fue iniciativa de los diputados del bloque. A días de la reunión con la papa Francisco, este proyecto tiene una intencionalidad política.
El texto es de autoría de Rocío Bonacci -diputada de 27 años, de profesión podóloga y electa por la provincia de Santa Fe- y lleva la firma del jefe de la bancada libertaria Oscar Zago, el de la diputada, cosplayer y militante antiaborto Lilia Lemoine y sus pares Beltrán Benedit, María Fernanda Araujo y Manuel Quintar.
🚨URGENTE: Javier Milei NO autorizó el envio de la Ley de DEROGACION del Aborto. Sería enviada posteriormente. Fue una opereta.🚨 pic.twitter.com/orkupNGLKB
— Milei Abrazo 56% (@MileiAbrazoo) February 8, 2024
Cómo argumentan los libertarios la propuesta de derogar el aborto
Entre los argumentos del proyecto libertario se dice que la Interrupción Voluntaria del Embarazo es una ”falsificación al llamar al acto que es, lisa e indubitablemente un aborto por lo que fue claramente la intención la de confundir a partir de un eufemismo que lo único que persigue es hacer creer el reconocimiento por ley de un derecho al aborto, mientras que se está realmente ante el derecho a acabar con la vida de la persona por nacer”.
Más adelante en el documento, se refieren a los casos de abortos posteriores a una violación. El extenso párrafo describe: ”Decidimos eliminar la causal de no punibilidad por entender que la misma ha sido sistemáticamente interpretada como una justificación de la práctica“.
“Sin embargo -prosigue-, dichos casos quedan comprendidos en la redacción propuesta para el artículo 88 del CP, que autoriza al juez a eximir a la mujer de la pena en atención a las causas que la llevaron a abortar y a su comportamiento posterior, manteniendo así el carácter delictivo de la conducta”.
La autora cierra su idea con la creencia de que ”no existe ninguna razón, por dramática que sea, que justifique el descarte de una vida inocente”.