La tradición de los deportes de equipo terminó dando grandes alegrías a la delegación, redondeando una buena actuación a la hora de sumar podios.
No hay magia. La tradición de los deportes de equipo terminó dando grandes alegrías a la delegación argentina en los Juegos Panamericanos Santiago 2023, redondeando una buena actuación a la hora de sumar podios.
Por un lado, los dos equipos de hockey sobre césped ratificaron su favoritismo y se quedaron con la medalla dorada y el único cupo olímpico a los Juegos Olímpicos París 2024.
Mientras tanto, el handball, en Viña del Mar, tuvo su final masculina y Argentina, sin su figura Diego Simonet en gran parte del encuentro, derrotó con autoridad a Brasil, quien partía como favorito según los especialistas, y también se quedó con el pase olímpico.
Belén Casetta se transformó en la primera atleta, hombre o mujer, en ganar medalla dorada panamericana en prueba de pista.
En esa misma jornada, por primera vez desde 1963, el waterpolo se metió en el podio panamericano. Los Yacarés vencieron 12 a 10 a Canadá en la final por bronce, para la primera presea en 60 años, casualmente luego de una racha de cuatro podios consecutivos desde 1951, primera edición de los Juegos.
Todo esto se dio en el último sábado de Santiago 2023, que incluyó nueve doradas para la armada albiceleste, lo que decoró verdaderamente el medallero general, al punto de superar a cuatro Comités Olímpicos Nacionales en una jornada, incluido el local Chile.
En los Juegos Panamericanos más competitivos de la historia, Argentina también sumó dos plazas olímpicas en tiro, otra en pentatlón moderno, dos en tenis, tres en vela (y ya son seis boletos asegurados en cinco clases), una en equitación, además de las ya mencionadas del handball y del hockey sobre césped, que también estarán en la élite del deporte mundial en al capital francesa desde el 26 de julio de 2024.
Argentina terminó en el séptimo lugar del medallero con 17 doradas, 25 plateadas y 33 de bronce para totalizar 75 podios. Esta posición lo hace retroceder dos casilleros desde lo hecho en Lima 2019 cuando se superó a Cuba (hoy con 30 doradas, pero “apenas” 69 en total) y a Colombia (29 y 101) que, esta vez, lograron hacer diferencia en deportes individuales.
Mientras los primeros se lucieron en lucha (8 oros) y atletismo (7), los cafeteros lo hicieron en ciclismo (6 títulos) y levantamiento de pesas (3), deportes que combinan muchas pruebas y en los que Argentina está un paso atrás.
Sin embargo, la cosecha argentina no deja de ser interesante teniendo en cuenta el recambio por el que transita el deporte argentino. En definitiva, el objetivo final debería ser que, gracias a las actuaciones de los (nuevos) referentes, más jóvenes se acerquen al deporte, tal como pasó, por ejemplo, con el judo (sin podios en Lima, uno en Santiago) entre las mujeres, gracias a la fantástica carrera que transitó Paula Pareto en más de 15 años de trayectoria internacional.
El exitismo (lógico en cualquier rincón del mundo) hará que las medallas ayuden para ese contagio. Ojalá esos cuartos y quintos puestos que se sufrieron en Santiago 2023, también.